LOS PAISAJES DE FREDERIC CHURCH
Los paisajes de Frederic Church son brillantes, un maestro de esta disciplina. No solo se centró en los paisajes de su país (Estados Unidos) sino que también viajó a Sudamérica. En este nuevo análisis hablamos sobre su obra “Aurora Borealis”.
Fue parte de la Escuela del río Hudson de pintores paisajistas estadounidenses de finales de siglo XIX, dónde está bastante vinculado el tema pictórico a lo espiritual, a lo religioso. Ellos buscaban dentro de toda esta escuela de creativos o de pintores, mejor dicho, reflejar a través de sus paisajes la presencia de Dios en la Tierra.
Tuvieron en común su admiración por lo grandioso y espectacular, la naturaleza salvaje y una importante dosis de orgullo patriótico («pintamos el país más hermoso del mundo» parecía ser su lema).
En este caso esta obra Aurora Borealis (expuesta en el Museo Smithsonian) Church lo que hace es tratar de captar este momento, que la verdad que para cualquier persona creyente o no, es un momento mágico, mítico. Y si le ponemos una carga más religiosa o espiritual, la persona que lo observó se habrá sentido en contacto con algún tipo de divinidad.
Podemos ver que Church se aleja, toma un lugar alto para tener un paisaje más extenso. Esto nos damos cuenta sobre todo por el tamaño del barco representando. Eso nos da una idea de lo monumental de la situación, de la inmensidad del espacio. Tal vez quiera representar al hombre como algo pequeño frente a la creación de Dios o como frente a la Naturaleza.
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Tenemos una masa aquí a la izquierda más oscura que es una masa montañosa. Luego el hielo y los reflejos de la aurora en el mismo.
La aurora está representada en forma de arco. Eso coincide con el hecho de que él se aleja para lograr mayor perspectiva con respecto a la aurora. El espectador se ubica más por debajo de la misma aurora, entonces la aurora no adquiere este tipo de forma tan semicircular en su base.
El autor lo aprovecha aquí para dejar una zona bien marcada, el interés superior. Una zona intermedia y vuelve a marcar el interés en la parte inferior. El haz de luz cierra de alguna forma la composición visual haciendo que haya un recorrido visual que, digamos, en cierta forma baje nuevamente hacia la zona del hielo y del barco. Por más de que esto lo podemos ver como una fuga y el ojo pueda tender a salir, interpreto que el ojo recorre la parte más importante de la obra, luego baja, vuelve y se topa con el barco.
Esta escuela de pintores eran maestros en todo lo que es paisajismo. Es un nivel impresionante de técnicas.
Volviendo a la Aurora, observamos la utilización conjunta o complementaria de paleta baja y alta. Paleta baja es todo lo que sería por decirlo de alguna forma el FONDO o donde se apoya la parte más figurativa de la obra (la montaña, el mar, toda la parte más oscura)
Con respecto a la paleta alta, sería todo lo que es colores claros y bien puros. El rojo de la Aurora es muy intenso que se va sumando y mezclando con los verdes también con una intensidad bien marcada. Para lograr armonía en la obra lo refleja, volviendo a marcar esos verdes muy fuertes y los rojos un poco más difuminados. Siempre cuando los colores se tornan bien puros o cuando nos vamos al extremo de los colores se puede hablar de paleta ALTA y paleta BAJA cuando estamos con colores más EMPASTADOS o mezclados, y cuanto más baja la tonalidad también.
Espero que este artículo te haya sido de utilidad, dejanos tu comentario u opinión sobre estos grandes artistas del paisajismo.
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